Memento mori

 
 
 
 
si quiere mi cabeza
se la doy
y alguna vez que otra
la patea
echándola a rodar llena de lágrimas
por cualquier escalera
que le pille de paso

si era un baobab subsahariano
de fronda susurrante y protectora
deja de cobijarme
y se despoja
de la ternura verde
por si acaso
le amortiguara el golpe y no llegara
a romperme el mentón del puterío
que está partido en dos
como yo misma
y es señal inequívoca
de mi deslealtad a sus sentidos

así que dulcemente
me mata cada vez que otro me mira
sin prisa mas sin pausa
y es posible
que un día cataléptica me entierre
en un gran ataúd de celos infundados
por eso y sólo eso
no me dejo jamás las uñas largas

cuándo se dará cuenta que no hay puta
sin garras afiladas

si quiere mi cabeza
se la doy
pero que no me venga con historias
ni me pida romántico más sexo

mi cadáver de hoy
cara al Oeste
cóncavo no distingue de convexo

Comentarios

  1. No puedo acotar nada a tal perfección. Se impone el silencioso respeto, Un abrazo.

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  2. Un profundo reproche al aire, a un aire denso, sin matices casi seco. Menudo tema los celos, es como una visión doble y borrosa que no logra distinguir el puño real que acechará nuestro rostro.

    Muestre sus garras, déjala ver, el que entiende de dolor podrá desaliñar su exquisito perfume hecho letras.

    Otra memorable publicación, realmente satisfecho, atrapado entre dos mundos, la sumisión que mutila la carne y el encantador renacimiento de la fuerza interior.

    Namasté estimada Morgana.

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    1. Cuando la ironía instaura su reinado, porteño, el juego se pone peligroso, pero todo es salvable.

      Me alegra que te gustara.

      Namasté, estimado.

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  3. De estos tres últimos poemas, que leí varias veces y me fui sin comentarlos, el que más me tocó fue "Soledumbre".
    Bien sabes que me resulta difícil comentar, poesía todavía más.
    Me parece que digo siempre lo mismo y que no capto la esencia, aunque me transmitan tantas emociones, que probablemtne no tengan nada que ver con lo que vos quisiste expresar.
    Pero te leo con mucha admiración Morg. Por la profundidad, por el dolor que rezuma cada verso. Y me gusta que no andes con chiquitas y llames las cosas por su nombre.
    Abracísimo, Morg.

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    1. Fíate de ti misma y de tu instinto lector, Mirella. La poesía no es matemáticas y aunque yo tengo muy claro lo que quise decir, las interpretaciones se disparan según la personalidad del receptor. No hay que temer cualquier tipo de exégesis, aunque resulte fallida. Lo único importante es que el poema te deje un poso perdurable y no salgas vacía. Eso de que con el paso del tiempo y hablando de cualquier otra cosa, recuerdes: Yo una vez leí un poema donde una mujer le daba su cabeza a un hombre para que la pateara, consciente de lo que hacía.

      Y bueno, yo no temo a las palabras, así que procuro llamar a las cosas por su nombre, sin disfrazarlas, aunque en algún momento un disfraz pueda resultar encantador para metaforizar barbaridades. (ríome).

      Abrazo, Mirellísima.

      Namasté.

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  4. Qué buen poema sobre los celos! Qué duro tiene que ser para el que lo sufre... Un abrazo!

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    1. Los celos en el amor son inevitables y yo en este poema trato el tema con cierta ironía, como algo asumido pero contrarrestable.
      Me alegra que te gustara, Paco.

      Namasté.

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  5. Qué pésimos consejeros son los celos. No solamente hacen un daño gratuito al que recibe el problema sino que también se lo hacen al que es celoso. Hablo de esos celos desmedidos que no te permiten respirar. Son nocivos para ambas saludes y además, por más que una se rompa explicando cosas que se caen de maduras o cuya obviedad es indiscutible, el celoso ve solamente lo que él quiere ver.

    Yo hice una experiencia tan amarga con un celoso loco, que apenas veo un amague en cualquiera, directamente pego la vuelta y si te he visto no me acuerdo. Sufrir gratis, lo justo.

    Besoooooooooooooootes

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    1. Todo lo desmedido resulta agobiante, Chini, porque se pierde la generosidad para con el otro. El amor también, porque se puede convertir en pura absorbencia y no te digo nada del odio.
      Yo no he conocido a ningún hombre que no tuviera celos en un momento dado, ni tampoco he amado a ninguno sin sentirlos. Creo que forman parte del ritual amoroso porque nadie es perfecto ni siempre estamos tan seguros de nosotros mismos que no podamos pensar que la atracción fuera de nosotros no existe.
      Cuando la cosa se convierte en obsesiva, estoy de acuerdo contigo, mejor cortar por lo sano, o por lo insano, si hace falta, porque ya estaríamos hablando de otro tipo de violencias insalvables.

      Abrazo, kunoichi.

      Namasté.

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  6. Las palabras se deslizan con tanta autonomía en el poema, crean tal hilo conductor, que creo que podría quitarse todo el hilo argumental, la espina dorsal de los celos, y seguiría siendo potente, seguiría teniendo sentido.
    Un abrazo

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    1. El poema va más allá de los celos, Amando, digamos que es la metáfora de un amour fou, en el que tienen cabida muchas contradicciones y un punto de locura no sé si deseable o no, pero que existe.

      En realidad lo de los celos es secundario y ahí me lo estoy tomando con soda y dos cubos de ironía, claro.

      Un abrazo para ti.

      Namasté.

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  7. Dale tu cabeza y tu cuerpo, que no tu caletre. Ése déjalo para seguir con tus letras y tu peste.

    Alguien tiene que marcar la conciencia en la fragua.

    Me gusta.

    Namasté. Anna

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    1. Si dejas a un tipo jugar con tu cabeza al fútbol, será porque merece la pena a nivel intelectual ¿no?
      Una tiene siempre sus propias armas para salvar el caletre, como dices, la ironía suele dar buenos resultados mientras el juego siga interesando.

      Cuando se deja de sentir las uñas crecen solitas. (ríome).

      Me alegra que te gustara, Anna.

      Namasté.

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  8. Jo! leerte es un placer, ya lo sabes.

    Heme aquí, con las uñas a ras... ¡Más que nada por si algún día me da por "trastear" las cuerdas de una guitarra!
    Que pensándolo bien la podría hacer servir hasta de arma. Ríome yo

    Besotes, besotes poeta!

    Mónica

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    1. El placer es mío al verte por aquí, aunque no suspires, Mó.

      Besotes, hermosa.

      Namasté.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.