Ojos de guerra.





Desmañados y altos como nuestro silencio, caminamos buscando donde estar, donde existir. Caminamos con la actitud del pastor trashumante que agrega sus cabras al vacío y libera su alma al universo.
Sentado en la inquietud, escribo.
Estamos solos a merced del viento mientras vemos arder la aldea en el fondo de un valle verde claro.
 
(De Ius solis (Diario del Kurdistán)
Gavrí Akhenazi.


 
Por tus ojos me miran las heridas
que no se cierran nunca, del ayer,
la esquirla de mortero vagabunda
del hombro al pectoral,
las gotas transparentes de la lluvia
que lavaba la sangre de las manos,
tu expresión de mártir silencioso
encajando mandíbulas.

Me mira el amarillo de las flores
que escribiste en el aire de un cabello
y hasta el asilvestrado golpe de buen amor
que regalaste a otro moribundo
que no tenía puños para darlo.

Por tus ojos me miran los errores
por los que se perdieron tantas vidas,
la impotencia de ser un hombre sólo
en crisis
en terror
en desenlace.

Me miran las montañas, los arroyos,
las huellas partisanas del dolor
sobre los pedregales de una historia
que no se cuenta a nadie, pero existe.

Me está mirando, incluso, por tus ojos
- como un rumor sin pájaros-
la culpabilidad de seguir vivo,
y no puedo impedir que sus silencios
encuentren el camino hasta mi boca
y me hagan añicos la garganta.

Toda la carne de cañón del mundo
me ha mirado esta noche por tus ojos.

Comentarios

  1. Fascinante poesía, la desesperación y la atroz existencia bélica, un desmayo de la humanidad, tan cruel que hiere como la herida de un cañón.

    Abrazo.

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    1. Akhenazi es tan gráfico, tan realista contando la vida, Dario, que terminas viendo por sus ojos lo que no te hubiera pasado nunca por la imaginación.
      La belleza del horror, el horror de la belleza.
      El poema intenta aproximarse a ese concepto.

      Me alegra que te gustara, porteño.

      Abrazo.

      Namasté.

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  2. excelente poema... ojalá y se acabe la guerra.
    saludos
    carlos

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    1. No lo verán tus ojos, Carlos, ni los míos.
      Gracias por la opinión.

      Namasté.

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  3. TANTA VIOLENCIA PASIVA... tANTO DESEO...
    Saludos-----

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    1. Bienvenido, Mario.

      No digo yo que los pasivos no ejerzan violencia de alguna manera, pero en este caso la violencia es activa a más no poder. Sólo los muertos dejan de matar.

      Nos estamos viendo.

      Namásté.

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  4. Los ojos de la violencia y el sinsentido, los ojos de la humanidad. Ya da miedo mirarse al espejo, quizá estemos todos contaminados, nuestros ojos como bocas de fusiles. Un abrazo

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    1. La realidad más dura de la humanidad, a través de los ojos de un hombre, Amando.
      Y claro que estamos todos contaminados y manipulados, diría yo, para ver exclusivamente lo que quieren que veamos, pero de vez en cuando, alguien guarda la vida escribiéndola y da testimonio.
      Ojos para ver.

      Un abrazo.

      Namasté.

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  5. Hay miradas capaces de mirar el más allá, la presencia venturosa de la luz con el silencio en paro, la patria del amor y su deseo, lo ciego en la penumbra que amanece en la gloria de un beso.

    Pero nunca unos ojos fueron tan esposos de un escriba de la guerra sangrándose de paz...

    Cosas de las almas gemelas, supongo.

    Bellísimo, Mor.


    Beso.

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    1. Qué sensibilidad hermosa la tuya, Manu.

      Y bueno, ya sabes tú de sobra que los ojos de ese escriba de la guerra son únicos para contarla.

      Gracias por la emoción, querido.

      Namasté.

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  6. ¡Sencillamente soberbio!
    Cuánta sensibilidad para describir lo que no queremos ver ante la excusa de que no nos dejan verlo. Esto no interesa que tenga un final feliz.
    Saludos

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    1. El mérito es de él, a través de sus ojos es que veo todo eso y mucho más, porque son especiales mirando el mundo.

      Y no, en la realidad hay pocos finales felices, Mó, hay que ser muy ciegos o muy indiferentes al dolor ajeno. La felicidad siempre es efímera.

      Me alegra que te gustara.

      Un abrazo.

      Namasté.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

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¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.