duérmete que ya es hora
de abrirse al infinito y apaciguar el rostro
del instinto en vigilia
de abrirse al infinito y apaciguar el rostro
del instinto en vigilia
he visto pasar deprisa ante mi tumba abierta
a la mujer pacífica y serena
que no fuí
que no seré
y se me escapa la risa
porque después de todo
cada vez que tu tacto de madera
se queda con el ámbar de mi piel
dejo de recordar que me llamo Tristeza
a la mujer pacífica y serena
que no fuí
que no seré
y se me escapa la risa
porque después de todo
cada vez que tu tacto de madera
se queda con el ámbar de mi piel
dejo de recordar que me llamo Tristeza
duérmete que ya es hora
de engañar a la muerte
de engañar a la muerte
No necesito cerrar los ojos para ver al hombre que no soy, ni fui, ni seré.
ResponderEliminarY más me desespera, que ande frente a mi como un fantasma a la espera de que cierre los ojos y venga por mi.
Besos Morgana :)
También se suele aparecer en el espejo cuando te miras sin reconocerte ¿verdad?.El cerebro tiene esos lapsus que nos erizan la piel.
EliminarBesos, señor Dardo.
Dormir es reencontrarse. Hay mucha magia en los sueños y todo es una recuperación de nuestras esencias únicas y universales.
ResponderEliminarMe encantó, Mormor.
Reencontrarse, recuperarse, sanarse. Sí.
EliminarA veces sueño con dormir un año, con tanta preocupación que me mantiene despierta, por encima de mi necesidad.
Gracias por venir, Chini,me alegra que te gustara.
Besos.