A veces el lenguaje se enloquece
se va resquebrajando como el hieloen el vientre de todos los veranos.
Se disuelve buscando el argumento
en el que desbordarse gravemente.
Porque todo lenguaje es un exceso
hay que evitar abusos de retórica
cuando quiere llenar todos los huecos
con filigranas tópicas por líricas
que matan del lenguaje hasta los ecos.
Liviano y grácil en lo metafísico
el lenguaje es la voz de los misterios,
la de la nana al niño que se duerme,
la del amor que sana a los enfermos,
la de la religión que teoriza
sobre la conversión de malo en bueno
y no siempre es capaz de transformar
el agua en vino ni la brisa en viento.
A veces el lenguaje se enloquece
y se sale de sí muerto de miedo,
come y bebe en fuentes de bulimia
y termina arrastrado por el suelo
como un fardo carente de emoción,
asmático de luz, ciego de aliento.
Antes de que eso ocurra, por inercia,
mejor volver al reino del silencio.
Pues si mejor, mucho mejor
ResponderEliminarFabulous blog
ResponderEliminarPlease read my post
ResponderEliminarEl lenguaje a veces es deshonrado por el exceso de quien piensa que las florituras dan definición por más ciegas que estén, a veces es sólo que algunos insensats creen que escribir una palabra y plasmar su significado constituyen el mismo ejercicio. Por lo menos nos echamos unas risas, oye.
ResponderEliminar¡Un abrazote! ^_^