Esa penumbra suave que te alumbra
con más fuerza que lámpara encendida,
casi emana de ti, casi revierte
su fugitiva luz por los rincones
de todas las estancias que camino
descalza y subrepticia.
Yo no sabría verte de otro modo.
Ningún espacio abierto y destellante
concuerda con tu imagen ni tu rostro
sonríe de la forma en que sonríe,
cuando la luz lo hiere descarada.
Tú eres más tú, más intemperie y vértigo
de puertas entornadas al instinto,
desde ese plano oblicuo que te muestra
sólo semidesnudo.
El dibujo incompleto codiciado
por mi lápiz de sombras.
El milagroso aliento de la duda
que me incita a la búsqueda
de los trazos exactos que te expresen
sin definirte nunca.
Sólo así eres carne entre mis muslos
-tangible luminaria-
desconcertante asombro en la retina
de la inmisericordia de mis ojos.
Sólo así te deseo.
Molto bella la tua poesia.
ResponderEliminarBuona serata
Muchas gracias por la opinión, Giancarlo, muy amable.
EliminarBuen día.