Cada vez más dispersa, más pálpito, más tránsito
más lejos de la tierra y enraizada
en las altas colmenas del espacio,
más miserablemente adivinanza.
Cada vez más disturbio, más témpano, más hambre,
más vómito lunar, más estertores
de aves en mis manos de aspirante,
más odios que esconder tras los balcones.
Cada vez más maestra de alumnos enjaulados,
más presa en libertades de luz contradictoria.
Cada vez más mujer que mirar de soslayo,
más torre de Babel, más Babilonia.
Ataraxias del desencanto, melancolía del desaliento.
ResponderEliminarEs placentero leerle.
Un saludo.
Me alegro que te gustara, Agapxis.
EliminarNos leemos.
Saludos cordiales.
¡Hola! A veces es necesario abandonar la tierra...
ResponderEliminarTe sigo, te espero por mi rincón.
Un saludo.
https://marca-indeleble.blogspot.com/
Me pasaré Né. Muchas gracias por la lectura.
EliminarQué increíble como lograste que ni se note y al tiempo se sienta la anáfora.
ResponderEliminarBrutal.
Ya sabes, corazón, el oficio a favor del impulso y que no se note demasiado. (ríome)
EliminarGracias, escritor.
Una buona serata e felice inizio settimana
ResponderEliminarLo mismo te digo, Giancarlo, feliz semana.
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