Mi mano alrededor de tu garganta
un trastornado cúmulo de seda
dogal de suavidad que se agiganta
si no cela tu planta
la claridad sonora de mi greda.
(MdP)
belleza inhabitable
tu iceberg
en el témpano de mis manos
se desnuda
y
gime
hablas sobre mi pubis
te derramas
como un animal ebrio de tragedia
y regresas deprisa
a tu terror nocturno
apenas te he durado entre los labios
el tiempo de morirte
lamiéndome la boca
que te saca de ti
yo sólo soy un ojo
y a nadie excita un ojo
pero tú
duermes bajo su párpado
rodeado de mí
sintiendo
Justo estaba pensando en abrir el monitor y teclear algo, entonces clic al “aleatorio” de mi sistema de música y me sale Sheena Easton con Summer’s Over, y casi como por reflejo me vine hasta tu Blog y me encuentro con esta “belleza inhabitable”. Vaya sincronicidad, que diría el bandido de Jung.
ResponderEliminarNo recuerdo haberte leído en un ritmo así, tan “cortitos” los versos, que casi la veo a la Sheena, o no sé si sos vos, no danzando sobre una baldosa, sino marcando la cadencia del ritmo sobre un taburete en un bar escocés.
“yo sólo soy un ojo
y a nadie excita un ojo
pero tú
duermes bajo su párpado
rodeado de mí
sintiendo”
Belleza pura, reina de mí.
Querida Morg, hace tiempo te escribí una décima dedicada a un poema tuyo, y no sé si era este mismo, pero recuerdo que las palabras párpado y ojo aparecían, porque las utilicé en la espinela. Hoy, después de leerte y traerme aquella décima a la memoria, he ido a su rescate. Modestamente te la ofrezco de nuevo, no está a la altura de tus versos, pero ya sabes, no doy para más. ¿Sabes que me gustas a rabiar? Enorme como siempre, Reina mía.
ResponderEliminarBajo el párpado, desnudo
y en el centro de tu ojo,
me enciendo cual fénix rojo
siendo un polluelo menudo.
Y desato nudo a nudo
tu erótica visceral
siendo llama en el fanal
que le da luz a tu piel
bajo el negro capitel
de esta noche inmemorial.
Con todo el aché del mundo:
Ovidio.
Buona domenica
ResponderEliminar