Sonetos contra el maltrato. Verdugo y Morbicia I y II.

 
 
 
Reconozco a un verdugo por su cara de miedo:
la mirada huidiza, la boca balbuciente.
Lleva marcada a fuego su cruz en plena frente
y todos, sin distingos, rezan el mismo credo.

Tengo un verdugo cerca, afable y educado,
que cuando cierra puertas es un depredador:
un hombre muy pequeño, sólo un maltratador
de los muchos que abundan en el amplio mercado.

Ha contagiado el miedo al amor de su vida:
amor, amor —musita— cuando el viento golpea
y cada noche implica un nuevo cardenal.

Esa mujer miraba tras cada acometida
con unos ojos mansos de perra sin correa
aferrada al verdugo. Hoy fue su funeral.


 
 
 
Morbicia era la presa codiciada
por mutantes de todos los tamaños,
ingenua y seductora, con los años
fue carne de cañón acobardada.

Hurí del Paraíso emancipada,
bajó de cuatro en cuatro los peldaños
de la escalera al sótano de engaños,
donde su juventud fue lapidada.

Morbicia, como tantas, correntina
se entregaba al amor con la bovina
sumisión al pastor de mano dura.

Y frágilmente en una dura mano,
se hizo añicos de cristal humano.
Morbicia no entendía de amargura.

 
 
II


De muerte natural dicen que ha muerto,
como si fuera natural la saña
con que le hirieron, los de su calaña,
el alma del dolor a pecho abierto.

De ira un pedregal, de furia un huerto
con carnívoras plantas en la entraña,
un erial maligno de cizaña
que trepó por su cuerpo al descubierto.

Los hombres como él, sudan rencores,
con hediondas manos de alcanfores
y el miedo agazapado en la mirada.

Cubriendo frustraciones con maltratos,
se disfrazan de tigres y son gatos
baldíos como pólvora mojada.


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Comentarios

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.