Drogodependencia.

 
 
 
Comenzó con la dosis diaria
apenas perceptible
de sí mismo:

un trozo húmedo de lengua hiriente
el dedo del anillo de casado
un lóbulo con aro de pirata
una lágrima de amatista
(él sabe que es mi cuarzo favorito)

algún susurro
-crótalo en el viento-
de los que te endurecen los pezones
y cuatro sutilezas de ese tipo
que no ves peligrosas

y menos

si eres una mujer herida gravemente
que sabe cómo debe proteger
la delicada piel
de ciertos órganos.

Cuando caí en la cuenta
se me había instalado entre las sienes
con toda la violencia
de un lobo vulnerado
y yo me sorprendía vespertina
aullándole a la luna
con la boca
y el hambre
de una perra con drogodependencia.

Va aumentando la dosis
a medida que se aguzan mis dientes
y la ansiedad
dispara mis neuronas.

Se va despedazando para mí
como nunca ninguno
y dando de comer a mi exigencia
me hace deseable su dominio
agudo como un clavo entre los muslos.

No es casual que le ansíe.
Es algo inevitable.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.