Tus brazos como naranjos
de azahares imposibles.
Un silogismo, tus brazos,
una maliciosa elipse.
(mDp)
porque no hay un porqué cuando el amor te mira
con los ojos callados
y el estandarte de la seducción zureando azoteas
de azahares imposibles.
Un silogismo, tus brazos,
una maliciosa elipse.
(mDp)
porque no hay un porqué cuando el amor te mira
con los ojos callados
y el estandarte de la seducción zureando azoteas
como una paloma intempestiva en una siesta amarga
ni tampoco lo hay para esa crueldad
que te destrenza el pelo de toda incertidumbre
y te nombra
y te signa
y te acapara
no hay un cómo con él que te dé pautas
porque con lo distinto no sirve lo aprendido
y nunca sonríe igual
ni te acaricia igual
ni te aniquila con la misma furia
por eso se reincide por boca de una virgen
con ojos intocados
que asumen el enigma por perverso que sea
aunque sepas, de sobra, que va a despedazarte
no se fuerza el amor con victimismo
ni con mañas lamiosas
ni reptando a sus pies
porque no se hace cargo de cadáveres
a los que no susurra con su lengua de laúdano
un hombre nunca es otro
ni una mujer es tantas cuando el amor te elige
-lunático instintivo-
y el hambre se despierta de su sueño anoréxico
no hay un porqué
y a veces ni siquiera un para qué
pero cuando te mira con los ojos callados
e inicia su guerrilla de ansiedad
inevitable-mente
estás perdido.
ni tampoco lo hay para esa crueldad
que te destrenza el pelo de toda incertidumbre
y te nombra
y te signa
y te acapara
no hay un cómo con él que te dé pautas
porque con lo distinto no sirve lo aprendido
y nunca sonríe igual
ni te acaricia igual
ni te aniquila con la misma furia
por eso se reincide por boca de una virgen
con ojos intocados
que asumen el enigma por perverso que sea
aunque sepas, de sobra, que va a despedazarte
no se fuerza el amor con victimismo
ni con mañas lamiosas
ni reptando a sus pies
porque no se hace cargo de cadáveres
a los que no susurra con su lengua de laúdano
un hombre nunca es otro
ni una mujer es tantas cuando el amor te elige
-lunático instintivo-
y el hambre se despierta de su sueño anoréxico
no hay un porqué
y a veces ni siquiera un para qué
pero cuando te mira con los ojos callados
e inicia su guerrilla de ansiedad
inevitable-mente
estás perdido.
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