No me imagines nunca desencajada y rota
porque a apretar los dientes
y contener la rabia
aprendí siendo niña
por no darle placer al enemigo.
Te haces de carne ardida
cuarenta y ocho horas sin freno ni retorno
y la ira se esconde en los rincones
-leve pelusa amnésica-
presa de languidez
muerta de absurdo
mientras crece el cansancio
que atempera el vacío.
La mente no perdona que folles con fantasmas.
Salvo los vivos
nadie
estrangula el deseo.
porque a apretar los dientes
y contener la rabia
aprendí siendo niña
por no darle placer al enemigo.
Te haces de carne ardida
cuarenta y ocho horas sin freno ni retorno
y la ira se esconde en los rincones
-leve pelusa amnésica-
presa de languidez
muerta de absurdo
mientras crece el cansancio
que atempera el vacío.
La mente no perdona que folles con fantasmas.
Salvo los vivos
nadie
estrangula el deseo.
Salvo los vivos nadie estrangula el deseo. Qué bello, qué cruel. Namasté.
ResponderEliminarCruel, sí, es posible.
EliminarSi te gustó, mejor.
Abrazo, Alfredo.
Namasté.
qué barbara!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminareres una descomunal escritora de poemas. llegar aquí y recorrer tus letras y terminar con la boca abierta es la unica respuesta humana.
un saludo
carlos
Me anima tu opinión, Carlos, y bueno espero que la cantidad (sé que soy prolífica) no demerite nunca la calidad, porque eso sí que no me lo perdonaría.
EliminarMe juego la vida en el verso, es lo que puedo decirte.
Muchas gracias.
Namasté.
Para no variar, parar por aquí y leerte es un placer, haces que nos quedemos "pres@s de languidez.
ResponderEliminar¡Un abrazo... pegado a un suspiro claro!
Mónica
Mientras la languidez no te convoque al sueño, todo bien (ríome).
EliminarGracias por venir y por suspirar, Mó. El placer es mío.
Namasté.
Moldeada para la contención pero resuelta a no desperdiciar rincones lánguidos. Vaya dilema...salvo los vivos los demás son felices.
ResponderEliminarNamasté.
Ni lánguidos ni feroces, porteño. No están los tiempos para desperdiciar emociones.
EliminarEs bueno verte.
Namasté.
El final es muy perfecto
ResponderEliminarGracias, Sergio, me alegra que no te vayas vacío.
EliminarNamasté.
los vivos entorpecemos la vida.... Eres intensa y llegas hondo....
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso dicen Paty. Yo no sé definirme, aunque me pase la vida contándome, tú sabes.
EliminarLlegarte hondo, eso es bueno.
Otro abrazo para ti.
Namasté.
Crece el cansancio y arrasa con el deseo...
ResponderEliminarDespués de cuarenta y ocho horas sin freno, no hay deseo que resista ¿o sí?.
EliminarNamasté.
Me parece que escribes genial!!
ResponderEliminarPues gracias por la opinión, posicionamiento web.
ResponderEliminaréxitos.
Namasté.