Violencia de género. Verdugo.

 
 

 

 
 
Reconozco a un verdugo por su cara de miedo:
la mirada huidiza, la boca balbuciente.
Lleva marcada a fuego su cruz en plena frente
y todos, sin distingos, rezan el mismo credo.

Tengo un verdugo cerca, afable y educado,
que cuando cierra puertas es un depredador:
un hombre muy pequeño, sólo un maltratador
de los muchos que abundan en el amplio mercado.

Ha contagiado el miedo al amor de su vida:
amor, amor —musita— cuando el viento golpea
y cada noche implica un nuevo cardenal.

Esa mujer miraba tras cada acometida
con unos ojos mansos de perra sin correa
aferrada al verdugo. Hoy fue su funeral.



***

Comentarios

  1. Doliente y tortuoso. Identificativo de una realidad con visos de dolor irreparable. Esa ira del can suprarabioso, ese manso ademán a los de afuera, ese hijoputa endemoniado que finge ser humano y que maltrata como un vil animal a sus víctimas cercanas, ese verdugo que mata su temor con violencia de género en su nombre.

    Duele tanto que avergüenza, Mor. ¡Malditos los cobardes!

    Un abrazo.

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    1. Y ni te imaginas lo abundantes que son, Manu, cada vez más quizás porque cada vez se sienten más disminuidos ante las mujeres, vete a saber.

      Un abrazo, querido.

      Namasté.

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  2. Lo impresionante del verdugo es que tras su descontrolada ansia de sepultar bajo su control a su pareja, sólo hay una persona llena de miedo, que llora, que huye, que teme sin parar. Tan pequeñita que necesita hacer a los demás pequeños, tan cobarde que no quiere mirar, que no quiere ver lo que hace, y a eso le da múltiples nombres, y ese miedo un día llega a llamarse amor mientras le grita por la calle a su pareja que no debería juntarse con la jauría de personas que quieren arrebatarle al verdugo su hueso. Un hueso que tiene todo el derecho del mundo para devorar. Porque el verdugo es su dueño y puede decidirlo todo. Cicatrices de desconfianza por el cuerpo, moratones hechos de pavor que se contagio enfermizo. Es terrible ese sufrimiento, Morg, sea hombre o mujer el verdugo, sea hombre o mujer la víctima. Creo que el ser humano vale más.

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    1. Pocos sufrimientos superan a ese, Dark, porque ver cómo el hombre del que estás enamorada se te va cayendo a pedacitos, es algo que no superan jamás.
      Lo mismo da si el maltratado es un hombre manso, igual de asqueroso es, pero un hombre lo tiene más fácil a la hora de rehacer su vida, aunque el pudor, la vergüenza, lo mantiene más callado, si cabe, que a una mujer.

      Tragedias que hay que denunciar, sí o sí.

      Abrazo, Dark.

      Namasté.

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  3. Ay Mormor ¡qué tema tocaste! El círculo infinito o la cinta de Moebius, depende como se lo mire.

    Se puede salir y las que sobrevivimos lo sabemos. Pero el rol de la víctima en esa salida es el papel más importante de la obra, porque se trata de una decisión que ya está anulada por el miedo y recuperarla implica un crack que no todas alcanzan.

    No nos vamos a contar vos y yo ésto. Jajajajajajajaja. Pero está muy bien tratado en el poema como en los dos de Morbicia.

    Cuánto dolor y que incompetente es la ley siempre, por lenta, por caduca, por atiborrada, por lánguida, por acomodaticia, para resolver cuestiones que, como la de género, necesitan trámite urgente porque se va la vida de la víctima en ellas.

    Besoooooooooooootes

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    1. Tú lo has dicho, entre que la ley sentencia y no sentencia, la víctima se muere, si no es que la matan.
      Cuánto dolor, Kunoichi, y qué ansia de venganza, carajo. No veo el día.

      love you, pequeñita.

      Namasté

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  4. Demasiado doloroso ver que pasa el tiempo y el maltrato sigue exponenciandose

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    1. Cada vez más, Sergio, porque no todas las que son están muertas, claro, hay miles esperando justicia, con la justicia colapsada.

      Gracias por venir.

      Namasté.

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  5. Un soneto tremendo, cierto y doloroso. Son los grandes cobardes los que actúan así.
    Lo comparto.
    Un abrazo, Mor.

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    1. Sí, cobardes con las caretas puestas para el mundo que van de machos alfa.

      Ni te imaginas lo que es driblar con uno.

      Un abrazo, Arant.

      Namasté.

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  6. Palabras y escalofrio al leerte... a veces quiero pensar que no pienso en estas cosas.

    Un reflexivo placer leerte.

    Besos almendrados ;)

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    1. Hay que pensar, hay que denunciar, hay que gritar y sobre todo hay que dejar de consentir.

      Gracias, Te

      Namasté.

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  7. El miedo, la inseguridad que el verdugo descarga sin piedad en quien, en algún momento llamó "mi amor, mi vida", hoy sigue siendo un amargo y doloroso pan cotidiano.
    Aun en el dolor, es un placer leerte.
    Abracísimo.

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    1. y la mala leche y la frustración y la competencia y la debilidad y el ansia de dominio y los celos... demasiadas cosas las que descarga un maltratador sobre su víctima, además del puño.

      Saberlo no consuela, sobre todo en el caso de los psicópatas que utilizan el maltrato psicológico que tan difícil de demostrar es, pero no queda otra que enfrentar.

      Gracias, Mirellísima.

      Namasté.

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  8. terriblemente común,sabés en Uruguay hay un grupo/ Mujeres de Negro´/se hace cada año una caminata todas mujeres vestidas de negro,flias,hijos madres de víctimas ,pero lo más terrible,el miedo anula a muchas,y en otros casos rezan sobre el cobarde varias denuncias,mira Morgana es un tema q genera tanta impotencia!!muy buen poema,crudo ,denuncia y necesario,lo comparto permiso

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    1. Para mí es más que un tema que le ocurre a las demás porque lo está sufriendo una hija mía. Te puedes imaginar hasta qué punto me afecta. Grupos como el que reseñas hay en todas partes pero da igual porque también en todas partes la justicia es lenta e ineficaz, así que las mujeres siguen muriendo.

      Gracias por compartirlo, Rosario.

      Un abrazo.

      Namasté.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
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Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

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