Daemon

 
 
 
Llegar al corazón en la distancia
a través de un cristal sin abertura
es un misterio azul: literatura
que pulsa o no, la ajena circunstancia.
 
Se llega al corazón en la oscitancia,
y sin querer quemar, la quemadura
resulta inevitable en la espesura
de este infierno de letras y arrogancia.
 
Abres una ventana y el demonio
te pide en sacrosanto matrimonio
por jugar a sentirse un poco humano.
 
Y el humano piadoso y sensitivo
se disfraza de Daemon abrasivo
por fundir corazones con la mano.

Comentarios

  1. Demonios y humanos,confundidos, nos llegan al corazón. Dejémoslos que pasen, pongamos esa cadencia de verso clásico para que se queden.
    Un abrazo

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    1. Mientras sólo tenga de clásico la forma, me doy por satisfecha, Amando.
      La vida está llena de disfrazados, el virtuo no podía ser menos.

      Más abrazos.

      Namasté.

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  2. Me asomo para decir
    Óle con ese soneto!!!
    Tienes el don de la poesía en tu corazón, Señora ( y yo también, en vez de ríome, cuando quiero reirme digo (risas)
    Me regalaste una grande.
    Se agradece esa mirada sabia que traduce desde el corazón!!

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    1. Pues ya tenemos algo en común, Inés. (ríome).

      La poesía a veces es un don y otras una tara que se arrastra de por vida, y no sé si la llevo en el corazón, en la mente, o en las tripas, francamente.
      Supongo que es, en tanto en cuanto, soy.

      Soy yo quien te agradece el paso y la lectura.

      Namasté.

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    2. Puedo decirte algo? (a riesgo de parecer un poco enterailla)
      La poesía la tienes ( como los grandes poetas) en todos esos sitios, llega desde las tripas, se hace voz en el corazón y en el acto más difícil (sinestésico) termina en las dos partes de la "nuez" ( el cerebro) y hace magia.
      Conozco a un gran Neuroquímico que dice que los poetas son los más grandes sinestésicos porque son los que pueden -tienen la habilidad de- conectar las dos partes del cerebro...
      ..y entonces suena la música- eso lo digo yo que no se nada, pero que siento el ritmo profundo, como el de un tambor, -o como un tango- en algunas palabras bien acompasadas.
      Otra vez gracias por el gran Palacio-templo que se intuye por ahí en tus adentros.

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    3. Bueno, no me lo planteo, Inés. Todos somos sinestésicos, si lo piensas, y a todos se nos hace la boca agua cuando el estómago pide comida, más o menos como a los perros de Palov (ríome). Hay poetas que asocian ideas a medida que escriben, otros que se llaman así, por no utilizar cerebro, no utilizan ni el reptiliano, calcula si tienen que conectar los dos hemisferios.

      Pero sí, leer poesía y sentir la música, debería ser lo más normal del mundo, Inés, porque justo esa
      es la única diferencia que existe entre verso y prosa. Sin ritmo no hay poema en verso.

      Lo que tú sientes es el ritmo acentual de cada verso que, en mi caso, es determinante.

      Gracias a tí, querida, lo del Palacio no es más que un apellido, por mis adentros lo que hay es un sótano oscurito. (ríome).

      Nos vemos...

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  3. La dualidad en la existencia humana,
    la convivencia con los demonios,
    el enajenamiento, la arrogancia como bien dices.

    Qué maravilla, de verdad que es un placer leerte.

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    1. Hay muchas formas de tocar corazón, Mily, porque la emoción tiene muchas caras, sublimes o perversas, y ambas nos provocan.

      Me alegra que te gustara.

      Nos estamos viendo.

      Namasté.

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  4. Así como nosotros, las palabras que pronunciamos tienen su luz y su sombra.
    A veces nos vestimos con esa luz y nos identificamos. Otras malentendemos y nos apartamos. Está bien que así sea. Se abre una ventana, se cierra y se vuelve a abrir.
    Es el demonio de la literatura.
    Un soneto para guardar en el corazón.
    Un abracísimo.

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    1. Ya ves, Mirellísima, una enciende el ordenador y se encuentra en la virtualidad con los mismos y exactos especímenes que en la realidad, sólo que el juego de contraluces se dispara con mucha más potencia y la intuición pasa a ser el más importante de todos los sentidos.

      La literatura une y separa, como el amor y el odio. Por algo uno es lo que escribe.

      Otro abracísimo para vos.

      Namasté.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.