cuerpo adentro
su
risa
va
reptando
como una cascabel caliente y cínica
adicta al desenfreno
adicta al desenfreno
juega a burlar la muerte
cuando agota sus fuerzas en la vagina plástica
de la última muñeca
consentida
cuerpo a tierra su mente
que solamente olvida
que solamente olvida
cuerpo a cuerpo
Interesante tu poesía. Entra en ese terreno de privilegiar la piel, ignorando el alma... Algo muy habitual en este mundo de hoy, en que los placeres físicos reducen a nada las necesidades espirituales... hasta llegar a hábito y la adicción... Me deja pensando... Excelente entrada, me gusta esa porción de misterio para decorar el postre. Un saludo.
ResponderEliminarSupongo que con eso de "tu poesía" te refieres a este poema en concreto ¿no?.
EliminarY bueno, el poema no privilegia el sexo sobre el espíritu, sino que habla de un hombre, un burlador, que para olvidar sus dolores almáticos recurre al cuerpo a cuerpo, algo normal, por otra parte, que tiene más que ver con el instinto atávico que con otra cosa.
Que no nos falte la guinda del enigma poéticamente, Paty.
Encantada de verte y muchas gracias.
Namasté.
Además de intensa, también con un toque sarcástico: muy bueno lo de la vagina plástica... da para un par de interpretaciones.
ResponderEliminarAbrazo
Ya sabes, Mirella, a veces los hombres nos utilizan como muñecas hinchables, pero la culpa de eso es nuestra que lo consentimos. No todas, claro, no siempre.(ríome).
EliminarAbrazo, hermosa.
Namasté.
¿Y para el resto de los días nos olvidamos de las mujeres, o siguen ahí al pie de los cañones sin necesidad de recordatorios marketineros?.
ResponderEliminarFeliz cualquier día, gatita.
Namasté.