Se repite la vida como el eco
de un déjà vu fugaz y sensitivo
y en lugar de avanzar
se retrocede.
Ninguna excusa es válida
para estar a la altura
de mi propia palabra.
En lo invisible al ojo está la piel
de una mente retráctil
que sólo yo conozco
y a veces
manipulo.
El resto es simulacro de desnudez sonora
daño colateral de la agudeza
inútil intuición
que pierde la partida con los pulsos.
Mi letra es una puta que sonríe
siempre al mejor postor
-vestida de disturbio-
y cobra sus favores
en el dinero negro del asombro
ese cruel asombro atemporal
desde el que me suicido
desengañadamente silenciosa
rodeada de mí.
de un déjà vu fugaz y sensitivo
y en lugar de avanzar
se retrocede.
Ninguna excusa es válida
para estar a la altura
de mi propia palabra.
En lo invisible al ojo está la piel
de una mente retráctil
que sólo yo conozco
y a veces
manipulo.
El resto es simulacro de desnudez sonora
daño colateral de la agudeza
inútil intuición
que pierde la partida con los pulsos.
Mi letra es una puta que sonríe
siempre al mejor postor
-vestida de disturbio-
y cobra sus favores
en el dinero negro del asombro
ese cruel asombro atemporal
desde el que me suicido
desengañadamente silenciosa
rodeada de mí.
Morgana...
ResponderEliminarPalabras en sentido circular
rodean tu cuerpo, destacando
tu libre mente.
¡¡¡ Interesante !!
un beso
Qué bueno verte, Dolly, me alegra que te gustara el poema.
EliminarY sí, estamos rodeadas por palabras que unas veces abrigan y otras te dejan a la intemperie.
Ese es el juego.
Un achuchón, guapa.