Si tú lo dices, Lécter, yo no lo niego,
sé de sobra por quién y cómo disparo
así que raramente en el desamparo
me veo en contrapunto. Soy cortafuego
del pirómano iluso, desasosiego
para el lírico tópico y clasicista
y acicate virtual para el hedonista
que sin temer mi nombre ni mi leyenda,
me regala sus versos como una ofrenda
que despierta mi instinto malabarista.
Tengo poco de diva, menos de diosa,
y mi boca es el filo de un escalpelo
que saja la palabra y escupe al cielo
parnásico la rima más dolorosa.
Para lo que me gusta soy ambiciosa,
exigente y altiva, voluble, cruel,
cicatriz tatuada sobre la piel
sin señal aparente, la turbia herida
que late sin cerrarse jamás en vida
si no deja sus huellas en el papel.
sé de sobra por quién y cómo disparo
así que raramente en el desamparo
me veo en contrapunto. Soy cortafuego
del pirómano iluso, desasosiego
para el lírico tópico y clasicista
y acicate virtual para el hedonista
que sin temer mi nombre ni mi leyenda,
me regala sus versos como una ofrenda
que despierta mi instinto malabarista.
Tengo poco de diva, menos de diosa,
y mi boca es el filo de un escalpelo
que saja la palabra y escupe al cielo
parnásico la rima más dolorosa.
Para lo que me gusta soy ambiciosa,
exigente y altiva, voluble, cruel,
cicatriz tatuada sobre la piel
sin señal aparente, la turbia herida
que late sin cerrarse jamás en vida
si no deja sus huellas en el papel.
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Yo lo digo, Bruja, usted es todo eso que dice ser y aquello que dice no ser. ¿Que no es diosa ni diva? Es usted leyenda de Cibernia, lo sabe y lo es tanto que es capaz de concentrar a su alrededor incluso enemigos anónimos aun siendo usted invisible para ellos y también es capaz de atesorar a los más fieles seguidores la conozcan virtualmente o apenas sepan nada de usted, incluso hace que esos devotos por un tic suyo, puede que por una indiferencia, por un gesto malinterpretado o por un tic involuntario, se conviertan a otra fe ajena a la que usted representa. Así que sí, es diosa y diva y lo demás, claro, también lo demás, casi todo lo demás que por estos mundos circulan.
ResponderEliminarDe la hondura del discurso y de mi odiada rima, consonante o no, de su métrica, exacta o no, de su musicalidad qué decirle sino evidenciar esta envidia insana que tanto se me nota.
Le dejo otro beso filoso, Bruja, no se me contagie.
Cuídese mucho.
Qué malévolo, pordio, con el asquito que le tengo yo a tanta diosa parnásica y a tanta diva como hay suelta por el bloguerío.
EliminarDe sobra sabe que tengo poco de eso, todo lo más soy una equilibrista siempre en la cuerda floja del verso, Vaiper,una tahúr cuando merece la pena la partida, pero no crea, no suelo jactarme de mis triunfos. En realidad, la mayoría son desconocidos para el gran público. (ríome).
De los devotos, qué le voy a decir, que no lo serán tanto cuando venden la fe al mejor postor.
Qué leyenda perra la mía, no se la deseo a nadie. (guiño)
En el fondo le encanta la rima, siempre peleando contra ella, pero siempre le llama la atención y eso que hay muchísimo verso blanco en "Poética" ¿eh?.
Un beso sin filo, gadita, por una vez. No se me acostumbre.
Y usted también se me cuide, oiga.