hasta dónde por ti
me abro me desalmo me desnudo
me agudizo como un alfanje mudo
de silencio bruñido
hasta cuándo sin ti
voy a seguir fingiendo sin escudo
la vida en un poema testarudo
y cariacontecido
hasta dónde con otros
merecerá la pena sin nosotros
Sin nosotros, nada ni hasta ningún lad9o merecerá la pena.
ResponderEliminarDesalmada y desnuda, cariacontecida, Morgana, ¡ay, ay ay, qué deliciosos versos púdicos!
Un abrazo
¿Hay algo más impúdico que un alfanje desnudo? Me da que no, Maripili.
EliminarMe alegra que te gustara el poema, gracias por venir.
Un abrazo.
Me encanta ese descaro! hasta cuando, hasta siempre infinito...
ResponderEliminarUn abrazo desde Bilbo
Ya sabes, Titina, el poeta debe dejar la pudicia a la entrada del papel en blanco, porque no sirve para nada. Eso se queda para la vida.
EliminarUn besote desde Madrid.
Gracias.
Sin nosotros ya no vale la pena nada. No importan los otros.
ResponderEliminarBuenos versos.
Saludos.
Nosotros somos los "otros" para los demás.
EliminarEl laberinto está servido, Aída.
Gracias por estar y un abrazo.