Qué me puede importar a esta altura
de la vida, tu juego pudibundo,
tu paso por mis nervios, tu estatura,
tu trágica adicción a la amargura
y tu atracción fatal por mi submundo.
Qué hecatombe verás en mis pupilas
que sueñas con ser carne de cadalso,
ahorcado de manos intranquilas,
que cuanto más te mueres más afilas
el verso de lo cierto y de lo falso.
Si el final de los tiempos se aproxima,
qué me puede importar tu amor-amante,
que subas o que bajes a la sima
de mi desolación o con tu esgrima
me claves el florete del odiante.
Si como hombre nunca te he temido,
como mito, descuida, no me inmutas.
Vestir de semidios es atrevido
pero no es peligroso tu alarido.
Yo no creo en deidades diminutas.
de la vida, tu juego pudibundo,
tu paso por mis nervios, tu estatura,
tu trágica adicción a la amargura
y tu atracción fatal por mi submundo.
Qué hecatombe verás en mis pupilas
que sueñas con ser carne de cadalso,
ahorcado de manos intranquilas,
que cuanto más te mueres más afilas
el verso de lo cierto y de lo falso.
Si el final de los tiempos se aproxima,
qué me puede importar tu amor-amante,
que subas o que bajes a la sima
de mi desolación o con tu esgrima
me claves el florete del odiante.
Si como hombre nunca te he temido,
como mito, descuida, no me inmutas.
Vestir de semidios es atrevido
pero no es peligroso tu alarido.
Yo no creo en deidades diminutas.
Morgana ...Perfeitamente forte e lindo ...tocante por demais ...grande BELA um beijo
ResponderEliminarPedro Pugliese
Me alegra que te llegara.
EliminarGracias, Pedro.
Beijo.