Quise una vez a un hombre hermoso y displicente,
enemigo de fiestas y de la luz brillante,
de lengua seductora y mente estimulante
que a solas desplegaba gestos de adolescente.
Para el amor tenía un ansia permanente
de fuegos de artificio, manos de buen amante
y una intensa mirada de eterno interrogante
que adivinaba mudos deseos de inconsciente.
Era un clíper veloz de albas velas hurañas,
íntimo tejedor de escabrosas patrañas
que se hacían reales con su loca inventiva.
Mentiroso y capaz de todas las hazañas,
desbordó mi razón de razones extrañas.
Ya le quise una vez. Le querré mientras viva.
enemigo de fiestas y de la luz brillante,
de lengua seductora y mente estimulante
que a solas desplegaba gestos de adolescente.
Para el amor tenía un ansia permanente
de fuegos de artificio, manos de buen amante
y una intensa mirada de eterno interrogante
que adivinaba mudos deseos de inconsciente.
Era un clíper veloz de albas velas hurañas,
íntimo tejedor de escabrosas patrañas
que se hacían reales con su loca inventiva.
Mentiroso y capaz de todas las hazañas,
desbordó mi razón de razones extrañas.
Ya le quise una vez. Le querré mientras viva.
Morgana ....LINDO muito lindo beijo Pedro pugliese
ResponderEliminarUn soneto más para un tipo que pasó dejando huella, Pedro.
EliminarUn abrazo más para ti.
Parabéns pelo lindo Blog...adorei
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa. Sé bienvenida.
EliminarPor tu blog nos veremos, también.
Saludos cordiales.