Yo no estaba segura, pero sí
amaneció
tal como predijiste,
porque a tí te amanece en los últimos tiempos
con una luz distinta y hogareña
que se infiltra en tus huecos suburbanos
y se queda a dormir en tu mirada.
No, no estaba segura, pero sí
amaneció
y a mí, por el contrario,
la luz me hizo un daño irreparable.
La ondulación del miedo
por su borde
reberveró en el rostro
de aquellos que más quiero.
La vida es un eterno déjà vú
repitiendo las mismas pesadillas.
Hoy se ha incendiado un bosque
delante de mis ojos
y era mi vida la que deflagraba
con cada abeto azul.
La noche ha dejado de extender
su mano compasiva
sobre mi pensamiento, que hoy por hoy,
viaja en ambulancia boquiherido
como viaja la muerte.
amaneció
tal como predijiste,
porque a tí te amanece en los últimos tiempos
con una luz distinta y hogareña
que se infiltra en tus huecos suburbanos
y se queda a dormir en tu mirada.
No, no estaba segura, pero sí
amaneció
y a mí, por el contrario,
la luz me hizo un daño irreparable.
La ondulación del miedo
por su borde
reberveró en el rostro
de aquellos que más quiero.
La vida es un eterno déjà vú
repitiendo las mismas pesadillas.
Hoy se ha incendiado un bosque
delante de mis ojos
y era mi vida la que deflagraba
con cada abeto azul.
La noche ha dejado de extender
su mano compasiva
sobre mi pensamiento, que hoy por hoy,
viaja en ambulancia boquiherido
como viaja la muerte.
Palavras belas unidas a sentimentos forte e sábios que bom querida amiga !!! Com carinho Pedro Pugliese
ResponderEliminarSi negrita, siempre amanece y uno se vuelve a mirar debajo de la luz. Debe ser que le faltan detalles por descubrir de uno mismo todos los días de la vida.
ResponderEliminarAmanece, que no es poco. Hasta para mí amanece.
Que salga el sol, sí, pero sin achuchar,¿eh?.
ResponderEliminarNo aguanto los empujones,y menos si son de una Dea impositiva.(ríome).
Amanece, Akenazi
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Gracias, Pedro por estar siempre.