Recita la lista de la ignominia humana,
a pedido público
en una letanía interminoabominable
hasta que lo hórrido se disuelve
en un patético copia-pega.
Cinco minutos antes encadenaba sinónimos de vagina, en una especie de trance espídicobsceno.
Esa es la actitud que anestesia las mentes que pretende despertar.
El esperpento gana la partida.
Verdades que poucos enxergam ...mais uma vez parabéns Pedro Pugliese
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