Cállate de una vez. Que se pose el veneno
allí donde se pudre el gusano del odio,
en el ciego intestino del Arcángel custodio
que exhala por tu boca sus pájaros de cieno.
Como quien ve caer monótona la lluvia,
desde un cielo que canta su gris polifonía,
observo indiferente la obscena algarabía
del ritual de candomble con que tu voz diluvia.
A quién vas a engañar, santera maniatada,
si la ancestral soberbia que esconde tu mirada
no perturba mis ojos llegados de ultratumba.
Silencia de una vez tu esperpéntica risa,
tus mariposas febles de bisexual divisa,
lucumí agonizante de melaza y macumba.
De "Para puta yo y para chulo, mi novio". Edic. Limitada
allí donde se pudre el gusano del odio,
en el ciego intestino del Arcángel custodio
que exhala por tu boca sus pájaros de cieno.
Como quien ve caer monótona la lluvia,
desde un cielo que canta su gris polifonía,
observo indiferente la obscena algarabía
del ritual de candomble con que tu voz diluvia.
A quién vas a engañar, santera maniatada,
si la ancestral soberbia que esconde tu mirada
no perturba mis ojos llegados de ultratumba.
Silencia de una vez tu esperpéntica risa,
tus mariposas febles de bisexual divisa,
lucumí agonizante de melaza y macumba.
De "Para puta yo y para chulo, mi novio". Edic. Limitada
Legal amiga muito interessante Pedro Pugliese
ResponderEliminarGracias, Pedrito. Muy amable.
ResponderEliminarNos vemos.