Un cerdo en un charco disfruta menos que él con su desolación viciosa y tú con tus manipulaciones extracorpóreas.
Vas listo si crees que voy a pasarme, como otras, lo que me queda de muerte como una zombie lela, sobándole el lomo al egoísmo endógeno de ese puto dolor que se lo come vivo con tus dientes atemporales.
Y el caso es que sabes de sobra que a mí no me pones de rodillas, porque antes me corto las piernas inservibles, así que baja el volumen.
No soy sorda.
Parece mentira lo que puede llegar a atronar una voz serpentérea allende los misterios.
Mavimia, mavimía ¿Qué mavimía?
Deberías haberme llamado Verónica con V de venganza. Al menos le gustaría mi nombre, y no es que dude yo de tu buen gusto sobradamente demostrado, es que, también lo sabes, a este hombre, una vez que superas el miedo, no queda más remedio que amarle por sí mismo.
Ser Circe es más fácil pero tampoco importa.
Fortes palavras ...sentimento de repudia tonou conta de ti pela nossa liberdade liberte-se desta dor pois es linda por dentro e por fora com carinho Pedro Pugliese
ResponderEliminarDuras palabras. Bella rebelión.
ResponderEliminarFuertes, duras, palabras para un fantasma exigente, nada más.
ResponderEliminarGracias por venir, Pedrito.
y a tí Begoña, muchas felicidades por tu recién estrenado blog, y gracias por pasarte por aquí.
Nos leemos, claro.
Abrazos.