El Coronel sí tiene quien le escriba

 

 

 

Porque me quiere a salvo controla el hambre de su cuchillo.
Porque me quiere limpia sueña evitarme el asesinato.
Porque me quiere alegre saca palomas de su bolsillo
y aunque le cuesta un mundo, de vez en cuando, como un chiquillo
juega a darme la letra que necesita mi desacato.

Porque me he convertido en la garante de su sonrisa,
en la habitante etérea de su cerebro si se relaja,
me guarda en sus desvanes emocionales cuando deprisa
se va por otros fueros atormentados donde Artemisa
tiene el rostro y el cuerpo de una venéfica cobra naja.

Adoro de su boca el duro rictus de la impostura
con que busca en la mía por un instante la diatriba.
Yo no le hice hombre mas es ardiente literatura
cada vez que le nombro sombra en la sombra de mi cintura.

El Coronel sí tiene quien le escriba.

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