Hoy soy de piedra, ayer de agua vertida,
mañana seré parte del barro de la tierra.
Opaca está la carne. Muda y herida
la espalda a que mi leve sombra, terca se aferra.
mañana seré parte del barro de la tierra.
Opaca está la carne. Muda y herida
la espalda a que mi leve sombra, terca se aferra.
Espejean brillantes los cristales
de cuatro lunas blancas deudoras de mi muerte,
que arrebatan sus voces ancestrales,
mintiéndome tu nombre, para que yo despierte.
de cuatro lunas blancas deudoras de mi muerte,
que arrebatan sus voces ancestrales,
mintiéndome tu nombre, para que yo despierte.
Quédate por aquí, que está mi mano,
siguiendo las veredas de tu dorso ambulante
y no importa el silencio, si cercano,
haces cierto de incierto y eternidad de instante.
siguiendo las veredas de tu dorso ambulante
y no importa el silencio, si cercano,
haces cierto de incierto y eternidad de instante.
La nada se hace todo cuando rondas,
con esa lluvia azul para llover misterios
cada noche en palabras tibias, hondas,
sobre el mármol florido de viejos cementerios.
con esa lluvia azul para llover misterios
cada noche en palabras tibias, hondas,
sobre el mármol florido de viejos cementerios.
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