
siempre regresa herido de otros dientes
con polvo de las zanjas hermanas del camino
incrustado en las ingles
afilado el ingenio y la tristeza negra
que se le está volviendo plateada
de tanta noche expuesta a la intemperie
de la maldita luna
y regresa deprisa a uña de caballo
extrañando mi boca oscurecida
aunque le desbarate el sentimiento
y le cruce la espalda
de labios como látigos
no se cansan sus piernas
de recorrer desvanes emotivos
pateando pudores
ni sus manos
-abiertas libertinas-
de sujetar la vida contra su sexo ingrávido
ansioso por preñarla de infinito
como el turbio perfume de lo desconocido
le enfurezco y le atraigo
con un imán de efluvios laberínticos
y mi ciclo lunar
malvive en sus pupilas memoriosas
soy la divagación de seda oscura
alrededor del sol de su garganta
que le ahoga el suspiro
y sé que acabará por recordarme
como el punto de asombro
que le dejó en la mente
un mordisco de luz madrugadora
con polvo de las zanjas hermanas del camino
incrustado en las ingles
afilado el ingenio y la tristeza negra
que se le está volviendo plateada
de tanta noche expuesta a la intemperie
de la maldita luna
y regresa deprisa a uña de caballo
extrañando mi boca oscurecida
aunque le desbarate el sentimiento
y le cruce la espalda
de labios como látigos
no se cansan sus piernas
de recorrer desvanes emotivos
pateando pudores
ni sus manos
-abiertas libertinas-
de sujetar la vida contra su sexo ingrávido
ansioso por preñarla de infinito
como el turbio perfume de lo desconocido
le enfurezco y le atraigo
con un imán de efluvios laberínticos
y mi ciclo lunar
malvive en sus pupilas memoriosas
soy la divagación de seda oscura
alrededor del sol de su garganta
que le ahoga el suspiro
y sé que acabará por recordarme
como el punto de asombro
que le dejó en la mente
un mordisco de luz madrugadora
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