Podría decir "salve señora" y pensar que lo dejaba todo dicho. Podría callarme entero y ponerme a escuchar. Podría decir fuerza, o belleza, o rotundidad, o extraordinaria poesía sin atisbos de sones melifluos que incitan a la cursilería y al lugar común, pero seguiría sin calificar ni siquiera mínimamente la categoría de su voz poética. Quizá diciendo poderosa me empezaría a acercar a la calificación real de lo que acabo de leer. Por eso, perdonemé, pero me voy a seguir leyendo. Usted puede continuar..., si lo estima conveniente.
Gracias por su voz.
Santiago Redondo Vega
Gracias por su voz.
Santiago Redondo Vega
Comentarios
Publicar un comentario