En África nací
en el mes de las flores
de un año mineral por ceniciento.
Se repartió por mí
reina de los dolores,
la madre primigenia del lamento.
Qué infinita violencia
derrocha el paraíso
en la metamorfosis de su forma.
Cuánta malevolencia
surgiendo de improviso
del húmedo vitral que la conforma.
Yarumba desquiciada
para la amanecida,
ahorcada en su soga de miserias
vestal sacrificada,
mutilada y herida
con la desolación en las arterias.
Algunas fotos traen
tu llamada a mis ojos
camino de la última cosecha
y en tu grito se abstraen.
Tengo lleno de abrojos
el recuerdo que sigue abriendo brecha.
en el mes de las flores
de un año mineral por ceniciento.
Se repartió por mí
reina de los dolores,
la madre primigenia del lamento.
Qué infinita violencia
derrocha el paraíso
en la metamorfosis de su forma.
Cuánta malevolencia
surgiendo de improviso
del húmedo vitral que la conforma.
Yarumba desquiciada
para la amanecida,
ahorcada en su soga de miserias
vestal sacrificada,
mutilada y herida
con la desolación en las arterias.
Algunas fotos traen
tu llamada a mis ojos
camino de la última cosecha
y en tu grito se abstraen.
Tengo lleno de abrojos
el recuerdo que sigue abriendo brecha.
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