No volverá a ser ella
-ella que fue la rosa plena de gracia plena-
deshecha por el tiempo,
la más hermosa fiera, la del altivo gesto
que inventaba la vida con cada nueva aurora.
La que fuera el abrazo fraterno, el sortilegio
y el revuelo de ideas en la metamorfosis
de toda mujer libre, yace perdida y dócil,
en el oscuro trance de enfrentarse al silencio
con su silencio
inmóvil.
-ella que fue la rosa plena de gracia plena-
deshecha por el tiempo,
la más hermosa fiera, la del altivo gesto
que inventaba la vida con cada nueva aurora.
La que fuera el abrazo fraterno, el sortilegio
y el revuelo de ideas en la metamorfosis
de toda mujer libre, yace perdida y dócil,
en el oscuro trance de enfrentarse al silencio
con su silencio
inmóvil.
Abre los ojos madre, que quiero verme niña,
recuperar en tí los tiempos de la magia,
cuando nacían rosas de fresca algarabía
por todos los rincones de mi perdida infancia.
Dime mi nombre madre, para que siga siendo
la Alicia de aquel cuento que tu boca inventaba,
la Reina de los Mares con la melena al viento
que soñaba despierta, sirenitas doradas.
Rompe el silencio madre, devuélveme la risa
que está la primavera llamando a tu ventana
con dulces dedos verdes. No te ha llegado el día,
abre los ojos madre, regresa de la nada.
recuperar en tí los tiempos de la magia,
cuando nacían rosas de fresca algarabía
por todos los rincones de mi perdida infancia.
Dime mi nombre madre, para que siga siendo
la Alicia de aquel cuento que tu boca inventaba,
la Reina de los Mares con la melena al viento
que soñaba despierta, sirenitas doradas.
Rompe el silencio madre, devuélveme la risa
que está la primavera llamando a tu ventana
con dulces dedos verdes. No te ha llegado el día,
abre los ojos madre, regresa de la nada.
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