Te hieres a tí misma
si tiras la primera piedra, escucha,
todas somos iguales en la lucha
en brazos de un sofisma.
Yo soy la Magdalena bajo el prisma
de las miradas torvas,
y tú, cuando te encorvas
en triste curvatura,
¿acaso eres más pura
por ser parte del cisma?
Todas somos la misma
exacta criatura.
Comentarios
Publicar un comentario