Entre tú y yo no pasan ángeles
con alas de silencio,
mujer innombrable.
No miras jamás los escalones
cuando bajas
y caes encima de mí, una y otra vez,
aplastándome, doliéndome.
Hace tiempo que dejé de ser niña
un día que me atreví
con el miedo en el vértice de los pechos
a saltar por encima de mi sombra.
Hace tiempo que sólo los intermitentes
apagones de mi conciencia,
permiten que exista un futuro.
Tu mente es como una llama
que arde con toda su potencia
sólo en la parte que no se ve,
y caminas ardida,
buscando ser diferente.
Mírame: tengo cara de gente
y quiero tener cara de gente
borrosa y desvaída.
¿Conoces alguna forma mejor de pasar desapercibida?
Deja de inventarme implacable,
no pasará el ángel que me descubra ante tí
sin mi permiso.
con alas de silencio,
mujer innombrable.
No miras jamás los escalones
cuando bajas
y caes encima de mí, una y otra vez,
aplastándome, doliéndome.
Hace tiempo que dejé de ser niña
un día que me atreví
con el miedo en el vértice de los pechos
a saltar por encima de mi sombra.
Hace tiempo que sólo los intermitentes
apagones de mi conciencia,
permiten que exista un futuro.
Tu mente es como una llama
que arde con toda su potencia
sólo en la parte que no se ve,
y caminas ardida,
buscando ser diferente.
Mírame: tengo cara de gente
y quiero tener cara de gente
borrosa y desvaída.
¿Conoces alguna forma mejor de pasar desapercibida?
Deja de inventarme implacable,
no pasará el ángel que me descubra ante tí
sin mi permiso.
Comentarios
Publicar un comentario