Yo no inventé el amor. Estaba escrito
con todos sus misterios y celadas,
con sus filias y fobias, sus miserias,
sus miedos, sus torturas, sus mandalas.
Yo no inventé el amor pero si amo,
si me entrego a lo oscuro de su causa,
me da lo mismo el cielo que el infierno,
suya es la voz y suya la palabra
y es en la palabra que inauguro
cada matiz con que el amor me mata.
Nunca me enamoré como otras muchas
de un espejismo azul de hielo y agua,
si conflictiva soy, por el disturbio
se decanta el amor cuando me atrapa,
pero me ofrece más que a todas ellas,
su mística del mal sólo es un arma
que me vive y desvive, me atormenta,
o me hace reír si se dispara.
Algo de predador tiene su boca
que liberta, clausura y arrebata,
algo de una constrictor sobre el cuerpo
algo de guerra química en el alma.
Yo no inventé el amor. Estaba escrito
que llegaría náufrago a mi playa
y si me hace sufrir es cosa mía
como es suya la herida que declara.
Porque también es animal de láudano
y yo no he sido nunca suave y mansa,
no le dejo caer si se silencia
ni en el silencio deja que me caiga.
Mi enemigo tendrá las manos rotas
de golpear la vida encanallada
pero nadie acaricia como él
ni nadie dice más con la mirada.
con todos sus misterios y celadas,
con sus filias y fobias, sus miserias,
sus miedos, sus torturas, sus mandalas.
Yo no inventé el amor pero si amo,
si me entrego a lo oscuro de su causa,
me da lo mismo el cielo que el infierno,
suya es la voz y suya la palabra
y es en la palabra que inauguro
cada matiz con que el amor me mata.
Nunca me enamoré como otras muchas
de un espejismo azul de hielo y agua,
si conflictiva soy, por el disturbio
se decanta el amor cuando me atrapa,
pero me ofrece más que a todas ellas,
su mística del mal sólo es un arma
que me vive y desvive, me atormenta,
o me hace reír si se dispara.
Algo de predador tiene su boca
que liberta, clausura y arrebata,
algo de una constrictor sobre el cuerpo
algo de guerra química en el alma.
Yo no inventé el amor. Estaba escrito
que llegaría náufrago a mi playa
y si me hace sufrir es cosa mía
como es suya la herida que declara.
Porque también es animal de láudano
y yo no he sido nunca suave y mansa,
no le dejo caer si se silencia
ni en el silencio deja que me caiga.
Mi enemigo tendrá las manos rotas
de golpear la vida encanallada
pero nadie acaricia como él
ni nadie dice más con la mirada.
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