La muerte de la lógica.

 

 

 

Muere sola la lógica: lágrima de petróleo
cayendo por su cara. Sé que parezco loca

despojada de prímulas, desnuda de heliotropos,
torturada de lirios, muerta de girasoles.

Decidme si es nefasto este paraguas negro
que suelo abrir despacio contra la lluvia ácida
que oxida las palabras si nunca se pronuncian.

Quizás fuera mejor fingir sonrisas
y guardar el horror dentro del pecho,
maquillar las ojeras del insomnio
por si acaso aparece algún Arcángel
con tu nombre de invierno florecido
en sus lejanas Pléyades
y escribe tu epitafio de dulce primavera.....

-Se ha muerto de tan feliz
de tan prolífica y mansa,
si tuvo dolor, descansa
sin ninguna cicatriz.
Si cometió algún desliz
no nos consta en su pasado,
murió libre de pecado
con la sonrisa en la boca.

Así quedará en la roca
de esta lápida grabado-

 

Qué pena, vida mía, no estar loca.