Tú mujer-hombre, tú que tienes en los filos
de la lengua una prosa aguda y los versos
fálicos y bífidos son pétalos de alondras
que mágicas se adentran en la carne
inocente del que acude a tu trampa.
Tú palabra de mujer-hombre, dulce como un cactus,
o amarga como un beso jamás dado, tú
que escribes hasta perforar los corazones
aun de los más férreos quelonios, transmutas, sí
tú, la acidez del sulfúrico en la sedosidad
de unos dedos
imaginarios y hábiles
por la soledad de una espalda y recorres, tú,
mujer de fortalezas, los pretiles gatunos
de las madrugadas y los sórdidos bares de los ebrios
abandonados, hasta erizarles los huesos
y convertirlos a tus dogmas
con ese pragmatismo
que circula a raudales por el azul de tu tinta,
por la sonoridad de tu pulso,
por la sinfonía a miel de tus poemas
más cárnicos.
de la lengua una prosa aguda y los versos
fálicos y bífidos son pétalos de alondras
que mágicas se adentran en la carne
inocente del que acude a tu trampa.
Tú palabra de mujer-hombre, dulce como un cactus,
o amarga como un beso jamás dado, tú
que escribes hasta perforar los corazones
aun de los más férreos quelonios, transmutas, sí
tú, la acidez del sulfúrico en la sedosidad
de unos dedos
imaginarios y hábiles
por la soledad de una espalda y recorres, tú,
mujer de fortalezas, los pretiles gatunos
de las madrugadas y los sórdidos bares de los ebrios
abandonados, hasta erizarles los huesos
y convertirlos a tus dogmas
con ese pragmatismo
que circula a raudales por el azul de tu tinta,
por la sonoridad de tu pulso,
por la sinfonía a miel de tus poemas
más cárnicos.
(Habré de alejarme de su territorio o me llevará a abandonar todos los míos).
(Vaiper dixit)
A dónde quieres ir, funambulista acuático,
rebelde corazón latiendo insomnios,
si tu tierra es tu mente
enfurecida o mansa
y no hay rutina en ella
que tú no hayas dispuesto
para paliar el sur de soledades,
ni hay susurro amado
que no nazca en el mar
que te prolonga en ave,
albatros de altos vuelos.
rebelde corazón latiendo insomnios,
si tu tierra es tu mente
enfurecida o mansa
y no hay rutina en ella
que tú no hayas dispuesto
para paliar el sur de soledades,
ni hay susurro amado
que no nazca en el mar
que te prolonga en ave,
albatros de altos vuelos.
A dónde vas a ir sin que se claven
como agudos punzones en tu artrosis
las añoranzas todas
por tus dunas,
tus limoneros (dos)
tu granate granado
y esa dama de noche enamorada
de inimitable aroma
que te mece en el sueño opiáceo
del hombre satisfecho,
si la tristeza se hace insoportable
o nace el día
con vocación oscura de verdugo.
como agudos punzones en tu artrosis
las añoranzas todas
por tus dunas,
tus limoneros (dos)
tu granate granado
y esa dama de noche enamorada
de inimitable aroma
que te mece en el sueño opiáceo
del hombre satisfecho,
si la tristeza se hace insoportable
o nace el día
con vocación oscura de verdugo.
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Dónde vas a encontrar la luz que se resbala
por los bordes de esa inmensa bahía:
grial eterno para desesperados solos
cara al cielo infinito.
por los bordes de esa inmensa bahía:
grial eterno para desesperados solos
cara al cielo infinito.
Dónde tus perros, dónde tus amores,
tu verbo de bitácora profusa
tu voz de vino amargo
y tus ojos de brújula y enigma.
tu verbo de bitácora profusa
tu voz de vino amargo
y tus ojos de brújula y enigma.
Dónde las atalayas, los fortines,
las murallas
de ese largo viaje a tus adentros.
las murallas
de ese largo viaje a tus adentros.
De qué te quejas, dí,
si el tiempo es tuyo y tuya la belleza
de los brindis al sol con que te ofreces
detrás de tu alambrada
como un amante díscolo vestido de distancia.
si el tiempo es tuyo y tuya la belleza
de los brindis al sol con que te ofreces
detrás de tu alambrada
como un amante díscolo vestido de distancia.
Morgana de Palacios.
Y tú me lo preguntas tú
eterna mesetaria con los pies de bruma
que aplastas sin clemencia
los versos de las sierpes. Yo revivo aquí,
en estos fríos
que adoran mis otoños
como si fueran del Norte, aquí respiro sales
de pureza marítima y espero a que tu luz
me alumbre las umbrías.
Bien sé que tu poética
me tinta de anónimo guerrero
perdedor de batallas
pero crezco en tus pupilas
como si me hubieras parido
en varias gestaciones
o como si tu faz de diosa agria
me hubiese moldeado
con algunos rasgos graves
a tu misma semejanza.
Cuántas veces habrán sido
las que escribí tu nombre
sin que acaso me oyeras,
cuántas veces
te me hiciste sílaba
mezclada en mis rompientes,
disuelta en mis salitres
y cuántas veces abstracta
te dedicaría un beso
timbrado en tus uñas
con universales destinos
y jamás como tuyo.
Aquí,
en este Sur, que se me pudre ahora
también se van pudriendo
los seres que más amo, las cosas y los paisajes
que me animaron las letras y a veces,
seguro que lo sabes, Bruja de las rimas,
[¿Ves que te tuteo? quizás esté borracho]
me asombras con tus risas y me dueles con tus algias,
me atrevo con tus garras y me aparto de tu arsénico
porque me son mortíferos lo uno y lo otro,
porque me eres venéfica
cuando alertas los filos,
cuando te alzas a las cumbres
inalcanzable y mágica,
cuando me haces minúsculo
si escribes lo que escribes.
Nada nuevo te digo, fantasma mío de los píxeles,
sino que te leo callado y que te huyo cobarde, que te hurto
el ritmo y que te desgajo metáforas
mientras en tus danzas festivas
te afirmas deletérea, de carne impalpable, de astigmata pupila
y tus fieles devotos te elevan a los altares
y entonces te ad-miro, galáctica cibernia,
con la sonrisa propia del que quisiera tu tinta
-tu tinta y tu saliva-
disuelta en mis venas.
Jota Azimut.
Muy bella, muy bella poesia. Me ha encantado.
ResponderEliminarYa ves, Antonio, los ejemplares con los que me codeo.
EliminarHay nivel ¿eh?.
Gracias por venir,un abrazo.
Y tú me lo preguntas tú
ResponderEliminareterna mesetaria con los pies de bruma
que aplastas sin clemencia
los versos de las sierpes. Yo revivo aquí,
en estos fríos
que adoran mis otoños
como si fueran del Norte, aquí respiro sales
de pureza marítima y espero a que tu luz
me alumbre las umbrías.
Bien sé que tu poética
me tinta de anónimo guerrero
perdedor de batallas
pero crezco en tus pupilas
como si me hubieras parido
en varias gestaciones
o como si tu faz de diosa agria
me hubiese moldeado
con algunos rasgos graves
a tu misma semejanza.
Cuántas veces habrán sido
las que escribí tu nombre
sin que acaso me oyeras,
cuántas veces
te me hiciste sílaba
mezclada en mis rompientes,
disuelta en mis salitres
y cuántas veces abstracta
te dedicaría un beso
timbrado en tus uñas
con universales destinos
y jamás como tuyo.
Aquí,
en este Sur, que se me pudre ahora
también se van pudriendo
los seres que más amo, las cosas y los paisajes
que me animaron las letras y a veces,
seguro que lo sabes, Bruja de las rimas,
[¿Ves que te tuteo? quizás esté borracho]
me asombras con tus risas y me dueles con tus algias,
me atrevo con tus garras y me aparto de tu arsénico
porque me son mortíferos lo uno y lo otro,
porque me eres venéfica
cuando alertas los filos,
cuando te alzas a las cumbres
inalcanzable y mágica,
cuando me haces minúsculo
si escribes lo que escribes.
Nada nuevo te digo, fantasma mío de los píxeles,
sino que te leo callado y que te huyo cobarde, que te hurto
el ritmo y que te desgajo metáforas
mientras en tus danzas festivas
te afirmas deletérea, de carne impalpable, de astigmata pupila
y tus fieles devotos te elevan a los altares
y entonces te ad-miro, galáctica cibernia,
con la sonrisa propia del que quisiera tu tinta
-tu tinta y tu saliva-
disuelta en mis venas.
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Se pasó tres pueblos, Vaiper, qué derroche poético, porfaplis.
EliminarHombre de Dios, tenía que estar usted escribiendo todo lo que escribe en el Ultraversal de nuestros pecados. No hay derecho a que esto no lo vea nadie y tantísimas cosas como tiene en ese blog exuberante donde ni siquiera admite seguidores.
Lo he leido ayer, aunque no pude contestar hasta ahora y me dio hasta apuro, cabrónidus. ¿No le da vergüenza poner colorada a una anciana?.
Me ha gustado mucho, loco, Dios se lo pagará con una buena novia (ríome).
Gracias, de verdad.
Ah, lo saco fuera, claro. A mí también me gusta chulear, de vez en cuando. (ríome).
EliminarPoeta tremenda, poeta aguda, poeta de hermosas letras. Poeta eres Morgana de Palacios, poeta en mayuscula, POETA!!
ResponderEliminarBesos y se feliz!
Vaya Gilberto, no sé qué decirte, salvo que te agradezco la opinión que te merezco.
EliminarHoy es la noche de ruborizarme.
FAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Un abrazo, guapo. Ya me hiciste feliz tú.