Ya no me acuerdo, amor, de si hubo algún día
en que, olvidando el mundo, me quisieras a mí
por encima de todo
y tanto tiempo, amor, nos ha pasado
por la desolación de la mirada,
tanto rugido tras la madre-selva
que te arraigó en el pecho,
que no recuerdo el nombre del silencio
que le escribí a tu boca
ni si olían a sándalo tus dudas.
Ya no me acuerdo, amor, de aquel hotel
en la cima del mundo,
ni del agua nocturna de aquel lago,
ni de la marihuana labio a labio
ni del hambre y la sed de los crespúsculos.
Se me olvidó otra vez
tu asesinato.
en que, olvidando el mundo, me quisieras a mí
por encima de todo
y tanto tiempo, amor, nos ha pasado
por la desolación de la mirada,
tanto rugido tras la madre-selva
que te arraigó en el pecho,
que no recuerdo el nombre del silencio
que le escribí a tu boca
ni si olían a sándalo tus dudas.
Ya no me acuerdo, amor, de aquel hotel
en la cima del mundo,
ni del agua nocturna de aquel lago,
ni de la marihuana labio a labio
ni del hambre y la sed de los crespúsculos.
Se me olvidó otra vez
tu asesinato.
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