Desde el principio del fin
tengo un sueño recidivo
que no se atiene a los tiempos
de júbilo o de castigo
ni al intelecto disforme
sobre el que ejerce dominio
como un virus melancólico
que actúa en el organismo
mutando desde su génesis
de escándalo fronterizo.
Porque se niega a morir
y ser pasto del olvido,
o quizás porque, inconsciente,
tengo una deuda conmigo,
desde el principio del fin
-cuando el orbe está dormido-
surge cruzando el umbral
de la emoción, sin permiso
y se adueña de mi cuerpo
como un amante furtivo.
Más allá del verbo amar
sin plantearse objetivos,
tiene lo mejor de mí,
lo más feraz, lo más vivo,
lo que no le entrego a nadie
sea amigo o enemigo,
aquello que me hace hermosa
ante un hombre sin prejuicios.
Desde el principio del fin
tengo una deuda contigo
que te pago con el alma,
el corazón y el instinto.
Cuando el fin llame a la puerta
y hayan muerto los caminos
entre tu boca y mi boca,
todo un mundo se habrá escrito.
tengo un sueño recidivo
que no se atiene a los tiempos
de júbilo o de castigo
ni al intelecto disforme
sobre el que ejerce dominio
como un virus melancólico
que actúa en el organismo
mutando desde su génesis
de escándalo fronterizo.
Porque se niega a morir
y ser pasto del olvido,
o quizás porque, inconsciente,
tengo una deuda conmigo,
desde el principio del fin
-cuando el orbe está dormido-
surge cruzando el umbral
de la emoción, sin permiso
y se adueña de mi cuerpo
como un amante furtivo.
Más allá del verbo amar
sin plantearse objetivos,
tiene lo mejor de mí,
lo más feraz, lo más vivo,
lo que no le entrego a nadie
sea amigo o enemigo,
aquello que me hace hermosa
ante un hombre sin prejuicios.
Desde el principio del fin
tengo una deuda contigo
que te pago con el alma,
el corazón y el instinto.
Cuando el fin llame a la puerta
y hayan muerto los caminos
entre tu boca y mi boca,
todo un mundo se habrá escrito.
Também muito bom!!! muito profundo parabéns Pedro Pugliese
ResponderEliminarTodo el poema tiene una musicalidad y una entonación hermosa, te va arrastrando y solo tienes que dejarte llevar, pero el final... el final es impresionante...Me encanta como escribes. Un beso
ResponderEliminarGracias Pedro, tú siempre tan amable.
ResponderEliminarUn abrazote.
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Y gracias a tí, Ángela. Ya sabes, el romance quizá sea la forma más natural de versar en castellano, por ser la que más se parece al habla en sí misma. Al final, de ahí salieron el resto de estructuras, claro.
Me alegra que te gustara, otro beso para tí.