La realidad es fría
como una helada jarra de té amargo
que acaba de estreñir hasta los sueños.
Yo me bebo la suya día a día
parsimoniosamente
desde una distancia respetuosa
por evitar que el hielo de mi ausencia en su vida
me congele las tripas.
Igual, adoro el té.
Sábio muito sábio !!!Com carinho Pedro Pugliese
ResponderEliminar