Si no existiesen normas
no habría que infringirlas.
Si no se hicieran pactos
no habría que romperlos.
no habría que infringirlas.
Si no se hicieran pactos
no habría que romperlos.
Sólo los engañados, los traicionados
y así los inseguros
necesitan pactar las condiciones
del amor o del odio,
de puro desvalidos
ante los sentimientos.
y así los inseguros
necesitan pactar las condiciones
del amor o del odio,
de puro desvalidos
ante los sentimientos.
La lealtad es una rosa negra
que surge en el asfalto de las almas
con los ojos vendados
que surge en el asfalto de las almas
con los ojos vendados
y florece
a pie de corazón, imprevisible
en su leve firmeza.
en su leve firmeza.
Empieza en tí,
termina en tí
y es en tí que destellan sus oscuros matices
del seda al tafetán emocionales.
y es en tí que destellan sus oscuros matices
del seda al tafetán emocionales.
No preciso que tú me seas leal
si está en mi condición sértelo a tí.
si está en mi condición sértelo a tí.
Gran verdad encierran tus versos. Un abrazo.
ResponderEliminarBellinianas verdad .tocantes mui tocantes Com carinho Pedro Pugliese
ResponderEliminarNo sé si gran verdad, pero sí es la mía.
ResponderEliminarOtro abrazo para tí, David.
Gracias.
Si te tocó la emoción, lo doy por bien escrito.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro.
Carinhos.