Dejadme alzar ideas como me elevo el pelo
en un gesto de grácil soltura de los brazos.
Levitar de mi carne.
¡Cuánto pesa la carne al correr de los días!
en un gesto de grácil soltura de los brazos.
Levitar de mi carne.
¡Cuánto pesa la carne al correr de los días!
Decir cosas amargas
liberar los fantasmas de cadenas tenaces
que al pasar la garganta ronroneen felinos
dulcificando penas al contacto del viento.
liberar los fantasmas de cadenas tenaces
que al pasar la garganta ronroneen felinos
dulcificando penas al contacto del viento.
Dejadme la utopía
de ser sólo mi sombra leve sobre la tierra
sombra de lo que soy y nunca quise ser
no el fénix que renace un incendio tras otro
y vuelve a repetirse en su esencia impalpable.
de ser sólo mi sombra leve sobre la tierra
sombra de lo que soy y nunca quise ser
no el fénix que renace un incendio tras otro
y vuelve a repetirse en su esencia impalpable.
Dejadme ser estruendo
desbocar la sonrisa tensa de Gioconda
en una carcajada tan loca como eterna,
por las ondas tristezas que vistieron mis lutos.
desbocar la sonrisa tensa de Gioconda
en una carcajada tan loca como eterna,
por las ondas tristezas que vistieron mis lutos.
Dejadme el arrebato
de voz amordazada por velos de silencio
cardúmen de palabras que no fueron escritas
y escondo tibiamente en un regazo oscuro
añorante de hijos y de manos feraces.
de voz amordazada por velos de silencio
cardúmen de palabras que no fueron escritas
y escondo tibiamente en un regazo oscuro
añorante de hijos y de manos feraces.
Dejadme la quimera
de caminar descalza veredas de guijarros
sin herirme los pies tantas veces heridos
y nunca descalzados en mi viaje a nunca.
de caminar descalza veredas de guijarros
sin herirme los pies tantas veces heridos
y nunca descalzados en mi viaje a nunca.
Dejadme que voy sola.
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