A veces, tengo miedo de mí misma
y una tristeza agreste se me implanta en el pecho,
soy cauce derramado por surcos en barbecho
que nunca darán fruto, ni trigos. Un sofisma
y una tristeza agreste se me implanta en el pecho,
soy cauce derramado por surcos en barbecho
que nunca darán fruto, ni trigos. Un sofisma
instaurado en las venas del tiempo, un aneurisma
que dilata la mente con versos de desecho,
una especie de fiera con ojos al acecho
que en su sangre se abisma.
que dilata la mente con versos de desecho,
una especie de fiera con ojos al acecho
que en su sangre se abisma.
Me vivo en soledad acompañada,
predico soledad ensimismada
y yazgo abierta al único invisible
predico soledad ensimismada
y yazgo abierta al único invisible
que me preña de cardos de tristeza.
¡Ay dolor que desmiente la certeza
de cualquier alegría imperceptible!
¡Ay dolor que desmiente la certeza
de cualquier alegría imperceptible!
Como cuando siente, pero sentir hasta las entrañas, magnífico poema me encanta y perfecta la ilustración
ResponderEliminarJaiku
latintadelanoche.blogspot.com
Sé bienvenido, Falcon S.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara.