De tanto pelear a tumba abierta,
de tanta pávida certeza inútil,
soy aquella que asciende como muerta
la escala cotidiana de lo fútil.
de tanta pávida certeza inútil,
soy aquella que asciende como muerta
la escala cotidiana de lo fútil.
De tanto golpear el frío muro
que levanta ante mí el improperio,
mi cuerpo que era suave se ha hecho duro,
tenazmente tenaz en su misterio.
que levanta ante mí el improperio,
mi cuerpo que era suave se ha hecho duro,
tenazmente tenaz en su misterio.
En este extraño tiempo yo elucubro
con mi credulidad cuando perturba
la leve mariposa de la mente.
con mi credulidad cuando perturba
la leve mariposa de la mente.
Y en su breve agonía me descubro,
como una atea más ante la turba
que no duda en mostrar su torvo diente.
como una atea más ante la turba
que no duda en mostrar su torvo diente.
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