Yo te voy a olvidar tal como a tí te gusta
un poco cada día
a medida que escriba desarraigos
y cada noche expanda sus alas de pandemia
sobre los hemisferios de tu rostro,
y te dibujaré distinto con el alba
mientras la prisa de vivir te arrase
y todos los enigmas se diluyan
como en una acuarela impresionista
que se descifra sólo si la miras de lejos.
A veces sólo dices tonterías poéticas,
como eso de ser un apunte abreviado
una cita de margen en un libro
(que nunca editaré, añado yo)
y hasta parece hermoso con esa voz espléndida
que natura te dio por compensarte
de otras fealdades semovientes.
A veces, se te llena la boca de verdades
que yo no quiero oir, porque me asfixia
tanta verdad inútil que no tiene remedio.
Definitivamente
no sé qué sea tu amor
salvo un desangramiento sobre mi circunstancia.
Esa bruñida bala
que me alcanzó en la sien
por odiarme en hebreo.
un poco cada día
a medida que escriba desarraigos
y cada noche expanda sus alas de pandemia
sobre los hemisferios de tu rostro,
y te dibujaré distinto con el alba
mientras la prisa de vivir te arrase
y todos los enigmas se diluyan
como en una acuarela impresionista
que se descifra sólo si la miras de lejos.
A veces sólo dices tonterías poéticas,
como eso de ser un apunte abreviado
una cita de margen en un libro
(que nunca editaré, añado yo)
y hasta parece hermoso con esa voz espléndida
que natura te dio por compensarte
de otras fealdades semovientes.
A veces, se te llena la boca de verdades
que yo no quiero oir, porque me asfixia
tanta verdad inútil que no tiene remedio.
Definitivamente
no sé qué sea tu amor
salvo un desangramiento sobre mi circunstancia.
Esa bruñida bala
que me alcanzó en la sien
por odiarme en hebreo.
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