En crisis existenciales
nos pasamos media vida,
de la llaga hasta la herida
por caminos arteriales.
Gaviotas circunstanciales
en los versos de alto vuelo
no encontramos el consuelo
para la melancolía.
Qué nos falta cada día
que nunca tocamos cielo.
Qué insatisfacción profunda
nos lleva a desentrañarnos,
qué desazón a buscarnos
con la emoción errabunda.
Qué rebelde barahúnda
se nos instala en el alma
que no encontramos la calma
ni a solas ni en compañía.
Cuánta gaviota baldía
el pensamiento desalma.
nos pasamos media vida,
de la llaga hasta la herida
por caminos arteriales.
Gaviotas circunstanciales
en los versos de alto vuelo
no encontramos el consuelo
para la melancolía.
Qué nos falta cada día
que nunca tocamos cielo.
Qué insatisfacción profunda
nos lleva a desentrañarnos,
qué desazón a buscarnos
con la emoción errabunda.
Qué rebelde barahúnda
se nos instala en el alma
que no encontramos la calma
ni a solas ni en compañía.
Cuánta gaviota baldía
el pensamiento desalma.
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