Soy la perfecta máscara
de un simulacro tibio de entereza.
De tanto ser de nadie para nadie
viven en mí las dos caras de Jano
y acabo donde empiezo:
más allá de lo sórdido,
que es donde empiezas tú
en mi esquizoide boca.
Soy una isla al pairo del insomnio
que está pariendo a solas
los peligrosos hijos de tu ausencia.
de un simulacro tibio de entereza.
De tanto ser de nadie para nadie
viven en mí las dos caras de Jano
y acabo donde empiezo:
más allá de lo sórdido,
que es donde empiezas tú
en mi esquizoide boca.
Soy una isla al pairo del insomnio
que está pariendo a solas
los peligrosos hijos de tu ausencia.
Soy una isla al pairo del insomnio
ResponderEliminarque está pariendo a solas
los peligrosos hijos de tu ausencia.
Es una metáfora realmente maravillosa.
La ausencia duele y en ese dolor es necesario maquillar el alma.
Hermoso Morgana, un placer visitarte.
Un beso
El placer es mío, hombre de los tres nombres, de verte aparecer por aquí.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara el poema.
Un abrazo.