No eres ese, ni el otro, ni el que pintas
con hambre de lujuria y desatino,
y sé que apuestas fuerte en el casino
por reventar la banca con tus fintas.
Sé que estás escondido, que precintas
tu sentir verdadero y adivino
que siendo amargo el trago de tu vino,
para disimular cargas las tintas.
Si no me estás sintiendo, no imagines
que formo parte de los comodines
que se excitan si agitas la baraja.
Ni a tí te sirvo yo fingiendo orgasmos,
ni me sirven a mí tus pleonasmos.
Desnuda no soy más que una navaja.
con hambre de lujuria y desatino,
y sé que apuestas fuerte en el casino
por reventar la banca con tus fintas.
Sé que estás escondido, que precintas
tu sentir verdadero y adivino
que siendo amargo el trago de tu vino,
para disimular cargas las tintas.
Si no me estás sintiendo, no imagines
que formo parte de los comodines
que se excitan si agitas la baraja.
Ni a tí te sirvo yo fingiendo orgasmos,
ni me sirven a mí tus pleonasmos.
Desnuda no soy más que una navaja.
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