En la espera
hay hombres que se viven piel a piel
y no conoces nunca
porque no se traspasa lo evidente
-la piel es conformista si es que está satisfecha
y el ojo no investiga oscuridades
cuando la claridad lo ciega todo-
y hay otros
que reconoces más allá del tacto,
que no pueden habitarse
porque nacen sin puertas que forzar
y están hechos de ojos celadores
que resumen el mundo en un instante
sacrificando letras subrepticias
y te lo ofrecen
vivo y a pedazos
para que te atragantes con su horror
y termines llorando su belleza.
De ti no se dirá que escondes cicatrices
ni que engolas la voz por seducir gaviotas.
No se podrá decir que enmascaras presentes
por besarle la boca al porvenir.
Tú me das lo que tienes y en venganza
yo te hablo de ti.
hay hombres que se viven piel a piel
y no conoces nunca
porque no se traspasa lo evidente
-la piel es conformista si es que está satisfecha
y el ojo no investiga oscuridades
cuando la claridad lo ciega todo-
y hay otros
que reconoces más allá del tacto,
que no pueden habitarse
porque nacen sin puertas que forzar
y están hechos de ojos celadores
que resumen el mundo en un instante
sacrificando letras subrepticias
y te lo ofrecen
vivo y a pedazos
para que te atragantes con su horror
y termines llorando su belleza.
De ti no se dirá que escondes cicatrices
ni que engolas la voz por seducir gaviotas.
No se podrá decir que enmascaras presentes
por besarle la boca al porvenir.
Tú me das lo que tienes y en venganza
yo te hablo de ti.
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