Lamia de día.

Si piensas mal, aciertas. Es tu lema de vida.
Y así vas por el mundo
con el ojo malévolo avisado
por si sorprende al prójimo
en renuncio fatídico con que cortarle el rostro
que nunca espera el tajo.

Nada tiene que ver esa actitud
con que seas hermosa y culta y refinada.
Las uñas de las putas vulgares
son más sutiles sobre todas las pieles,
que las tuyas de artista
prêt a porter al uso,
con la femeneidad a punta de pistola
y la insatisfacción como una piedra
cerrándote la glotis.

Qué tumoral encono, qué falta de empatía
arrastras para ser tan inclemente.
Qué me puede importar tu pico córvido
cuando hurga en el vientre de la desolación
con ese afán caníbal que va haciendo jirones
la carne que no puede defenderse.

No acabas de entender
-Lamia de día-
que a mí me importa un bledo la vida de cualquiera,
que doy lo que me ofrecen con generosidad
sin barruntar escarnios.
Que en la virtualidad un hombre no es un macho
en exclusiva,
que así lo miras tú y es el motivo
que retuerce tus tripas
cuando no te devuelve la mirada.

A mí no me preocupa que ese hombre
tenga tres doctorados y sea poderoso
o un escritor frustrado, sin un suelo
donde caerse muerto,
casado y bien atado
o libre como un taxi hacia el infierno.

Y no me importa nada que no veas
que un hombre aquí, es lo que quiere ser,
lo que dice que es, lo que escribe que es:
la luz de un negro pozo donde caer pecando,
un espejo para reconocerse
un iceberg de aristas de cuchilla
un hombro para el llanto, una boca
con los dientes de acero y la lengua de dátiles
una mirada al dios de los tornados
un aleluya al sexo del instinto
un réquiem al futuro.

Si no has de sopesar la inteligencia,
ni ver que la emoción derriba catedrales,
si tú no ves a un hombre aunque lo tengas
a un metro de tus ojos, porque ignoras
de qué pasta están hechos
los que saben volar,

si eres incapaz de desprenderte
de la estrechez mental que conduce a la envidia
y del tópico ambient donde vives
rodeada de perros lamedores
cómo vas a entender lo voluptuoso
lo inefable, lo salvaje, lo prístino y distinto,

si no sabes amar al horizonte
porque nunca lo alcanzas con la mano,
ni hacer tuyo el misterio de una ausencia en la noche.

Mírate, viborita patética,
con los labios pintados de cinismo
y ofreciendo el ramito de calumnia barata
atado con sarcasmo,
a todo aquel que tenga la desgracia
de tropezar un día con tus ojos
hambreando carroña.

Por más versos que escribas
te morirás sin ver al Unicornio.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.