Era el hombre mi sombra. Lo sabía
como se sabe alrededor
el aire
que circunda a los cuerpos.
Era sentir latiendo de silencios
reclinada la voz en el regazo
de la desolación.
Era y será un nunca, insuficiente,
un hombre más en medio de los hombres,
velado negativo de mi rostro,
duda sobre mi duda existencial.
Me levanté debajo de mí misma
con la boca cansada
y la palabra amor
impronunciable.
Soy lengua sin saliva.
como se sabe alrededor
el aire
que circunda a los cuerpos.
Era sentir latiendo de silencios
reclinada la voz en el regazo
de la desolación.
Era y será un nunca, insuficiente,
un hombre más en medio de los hombres,
velado negativo de mi rostro,
duda sobre mi duda existencial.
Me levanté debajo de mí misma
con la boca cansada
y la palabra amor
impronunciable.
Soy lengua sin saliva.
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