Mi pasado es un ancla con la cadena rota,
cubierta por la arena de un presente implacable.
Si no quiero, no existe, y es tan modificable
como exija el deseo que de mi mente brota.
Tu pasado te azuza, te traba, te derrota,
es canción en tu boca y en tus manos el sable
de lo que fue y no fue amor conjeturable,
trasminando su esencia de terca bergamota.
Tan distintos tú y yo como dioses y diablos,
tan diferente el ansia que traspasa los labios
que el beso se nos muere antes de haber nacido.
Tú Sebastián herido por antiguos venablos,
yo la fatamorgana de futuros vocablos,
tú al recuerdo sujeto, yo en brazos del olvido.
cubierta por la arena de un presente implacable.
Si no quiero, no existe, y es tan modificable
como exija el deseo que de mi mente brota.
Tu pasado te azuza, te traba, te derrota,
es canción en tu boca y en tus manos el sable
de lo que fue y no fue amor conjeturable,
trasminando su esencia de terca bergamota.
Tan distintos tú y yo como dioses y diablos,
tan diferente el ansia que traspasa los labios
que el beso se nos muere antes de haber nacido.
Tú Sebastián herido por antiguos venablos,
yo la fatamorgana de futuros vocablos,
tú al recuerdo sujeto, yo en brazos del olvido.
Comentarios
Publicar un comentario