Si un día me suicido de impúdica memoria
bajo la ceiba roja de tu hombría,
no será porque ignore el curso de tu historia
de cazador cazado en mi utopía.
No será por la falta de línea divisoria
entre mi desazón y tu alegría
ni será porque tema la fuerza disuasoria
de tu boca de amor sobre la mía.
Será porque no quiera eludir el contacto
con la emoción que engendra tu pensamiento abstracto
si alguna vez sintieras en carne cuanto expresa.
Si vas de predador en medio de mi enjambre,
yo no quiero fingir para paliarte el hambre
que tengo vocación de asustadiza presa.
Comentarios
Publicar un comentario